Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2010-12-26

Castillo Mayor (2020 mts)

La reseña de Quique
Castillo Mayor (2020 m) es una montaña que vista desde el Sur, viniendo de Ainsa, prácticamente pasa desapercibida ya que se solapa con el cordal que partiendo de las Tres Sorores avanza hacia el Este hasta perderse en el valle del Cinca. Es un sinclinal colgado con altas murallas. 
SestralesCastillo Mayor por el SurDesde el pueblo de Tella se le ve imponente. La previsión meteorológica indicaba mucho frío y vientos fuertes del norte, por lo que decidimos acercarnos hasta Puértolas para ascender el Castillo Mayor, ya que pensamos que su modesta altura y su orientación sur suavizarán algo las condiciones adversas. Durante el viaje de ida, la temperatura alcanza los 8º bajo cero, pero hay inversión térmica y conforme ganamos altura supera por poco los cero grados.
Comenzamos pasado Puértolas, justo donde se separan las carreteras de Bestué y Escuain. El sendero toma dirección norte hacia las paredes sur de Castillo Mayor. Ascendemos suavemente por este camino flanqueado por hermosos tapiales de flysch calcáreo.
El bosquecillo de boj estrangula el sendero
Nos adentramos por la espesura
Nos introducimos en un tupido bosque de bojes, quejigos y algunos pinos rojos al tiempo que giramos hacia el oeste, yendo ahora paralelos a la muralla. El camino va ganando altura, divisando ya delante de nosotros una escotadura que nos permitirá franquear la pared. Al sur, en la lejanía brillan sorprendentemente el Cinca y los embalses de Mediano y El Grado.
Valle del Cinca, embalses de Mediano y El Grado
El bosque se queda atrás, y después de un pequeño prado inclinado giramos al norte, ascendiendo entre pequeños bojes y erizones. La subida se hace monótona, hasta que por fin alcanzamos la parte alta de la escotadura que nos deja a la vista la ladera Oeste del Pico y un curioso valle nevado que va de Este a Oeste. Hacemos un pequeño descanso y continuamos por la hondonada hacia el Este con intención de alcanzar la cresta. Atrás queda una ruinosa cabaña y unas curiosas dolinas, una de las cuales está llena de agua helada.

Dolina heladaAvanzamos rápidamente por buena nieve hasta llegar a la cresta Este, donde torcemos ya decididamente hacia la cima, al Norte. El paisaje cambia radicalmente. El terreno karstico hace que la marcha sea muy lenta y penosa. La nieve oculta las numerosas simas y grietas.
Paisajes kársticos

Hay que prestar mucha atención a los pasos

Cada paso encierra una sorpresa

Debemos ir con mucho cuidado, ya que es fácil sufrir un percance. Rafa, como un guía sorteando grietas en un glaciar, se desenvuelve de maravilla. Nosotros simplemente tenemos que seguir sus huellas. Aún así nos cuesta bastante llegar al pilón indicador de Vértice Geodésico (2020 m).

Cima a la vistaFernán en la última cresta

Carli se recorta sobre Punta LLerga
Contínuo sube y baja


Ya vemos el vértice geodésicoQuique ya llegaLa vista es inmensa, sobre todo al norte, desde Telera, pasando por Tendeñera, Taillón, Casco, Tres Sorores, Tres Marías, Montinier, Suelza, Cotiella, Posets, etc. Debajo de nosotros, en picado, vemos los pueblos de Revilla y Escuain. En este último ya se ha puesto el sol, y son las dos de la tarde. ¡Qué largo se tenía que hacer el invierno en estos lares! Un poco más al norte de estos caseríos vemos la cicatriz de la casi desconocida Garganta de Escuain y el circo de Gurrundué.

Macizo de Monte Perdido

Peña Montañesa

Vertiginosa vista de la garganta de Escuaín

Las paredes Norte frente a Ordesa y Tendeñera
El viento no ha hecho acto de presencia, aunque en las cercanas cumbres vemos jirones de nieve polvo indicativos de que sopla con fuerza. Aún así la temperatura es baja, por lo que hacemos las fotos de rigor y comenzamos el descenso directo a la hondonada. Rafa sigue primero. ¡Qué maravilla! Tan sólo tenemos que seguir sus huellas y saltar las trampas en las que va cayendo.
Rafa abriendo el descenso

Descendiendo
En media hora estamos en el curioso valle. Comemos algo, tomamos café, y ya que estamos en Navidad, unos chupitos de orujo de hierbas con hielo picado (del país). Aprovechamos para telefonear a Pedro, nuestro querido “maestro”, que casualmente está trabajando.
Hace fresco, hay que seguir descendiendo. Lo hacemos rápidamente por el mismo itinerario de subida.
Chupito navideño, tampoco faltó el café
Casi sin darnos cuenta estamos en la parte final del camino, a tramos empedrado y perfectamente balizado por los tapiales. Es curioso pensar en cómo los habitantes mimaban estos senderos. Este tan sólo lleva a los prados del valle situado al sur del pico, y a la ruinosa cabaña. Sin duda eran otros tiempos.
... y final
Llegamos al coche a las 17,30 h, cuando ya este pobre sol del solsticio de invierno apura sus últimos rayos. Preciosa zona, sobre todo la parte superior con su inmenso karst. Con nieve, algo delicada, ya que quedan ocultas la multitud de oquedades, grietas y lapiaces propias de este terreno. Las vistas, inmensas.
Diciembre 2010 (Clásica San Esteban). Fernán, Carli, Rafa, Enrique

2010-12-13

Surcos en la nieve

No busquéis el camino en los otros,
en un lugar lejano;
el camino está bajo nuestros pies.

Ahora viajo solo…
Pero puede encontrarlo en todas partes;
ciertamente, él es ahora yo,
pero ahora yo no soy él.

Así también, cuando encuentro lo que encuentro,
Puedo obtener la verdadera libertad.

 Tozan Ryokai, undécimo patriarca Zen (807-869)

2010-11-28

Puertos de Bielsa, Aiguillette (2516 mts), Forqueta (2532 mts) y Marioules (2562 mts)



Cabaña de pastores
La noética es una rama de la física quántica que estudia la interacción de la mente humana con la materia física, hecho que empíricamente siempre se ha sugerido pero que ahora se puede teorizar, cuantificar y caracterizar. Buena prueba de ello es subir al Puerto Viejo de Bielsa, o Puerto Biello de l’Agulleta, y comprobar cómo se percibe la tensión etérea y sutil que permanece desde la primavera de 1938, cuando los seis mil civiles y combatientes de la 43º división, abandonaron la famosa Bolsa de Bielsa en plena guerra civil, atravesando por este collado al valle francés de Aure.
Sendero al puerto viejo
Este mes de Noviembre han comenzado las nevadas demasiado pronto, la meteo predice unas pocas horas de tiempo estable y nos disponemos a caminar esta ruta histórica del exilio aragonés.
Ascenso final al Puerto Viejo, al pie del pico homónimo
El recorrido comienza en la boca Sur del túnel de Bielsa-Aragnouet, a 1600 mts, túnel que no se construyó hasta 1976, por tanto, en rigor, deberíamos comenzar nuestro recorrido en el mismo pueblo de Bielsa, a 1023 mts. Sin embargo, dado que el túnel está cerrado por obras y acentúa la soledad y aislamiento del valle, no nos importa ir en coche hasta la misma boca Sur, para tomar el sendero PR HU-182 que, perfectamente señalizado, asciende entre los bosque de pino negro a la vista de un espectacular salto de agua a presión, proveniente de un pequeño ibón y que recibe el sonoro nombre de Chorro de la Pinarra.
Cordal con los picos Aiguillette, Forqueta y Marioules

Click para ampliar




Placas conmemorativas




Superadas las fuertes pendientes iniciales, el camino sigue el curso del torrente y llega a un pequeño refugio de pastores. Ya tenemos a la vista, lejana pero sin grandes dificultades, la cresta fronteriza por terreno amplio de pastizales. Un poco más adelante nos encontramos a la izquierda con un desvío al Puerto de la Forqueta, que no debemos seguir. 
Garita fronteriza

Con paso cadente, afloran la presencia y angustia de los que nos precedieron en aquella primavera tardía de Junio del 38 en ordenada retirada, dejando atrás un vacío lleno de humo mientras caminaban hacia otro vacío absoluto, como troncos cortados que la corriente arrastra lejos de sus raíces. 
El horizonte lo cierra la muralla de Barroude: Munia, Barrosa, Gerbats, Géla.
Cuando llegamos al famoso collado, a 2378 mts, encontramos una placa conmemorativa y unos poemas, dentro de una garita. El panorama lo preside, al Oeste, el Pico de Barrosa, en nuestro cordal, y más atrás, la muralla de Barroude, destacando el Pico Gerbats. Al Este, seguimos la fácil cresta, aunque muy inestable con esta nieve temprana, atravesando los picos Aiguillette (2516 mts), Forqueta (2532 mts) y Marioules (2562 mts) hasta llegar al Puerto de la Forqueta. La cresta continúa por los picos Bataillance y Salcorz, recordando cuando hace dos inviernos ascendimos a la cota Oeste del Bataillance por la vertiente Norte. Más al Oeste, los picos Garlitz y Aret. Al Sur, el panorama lo cierra la gigantesca Punta Suelza.
 
Puntas Suelza y Fulsa
El descenso a Francia por el Puerto de la Forqueta parece, con nieve, más fácil que desde el Puerto Viejo, no comprendo porque los exiliados no prefirieron éste.
El café típico, aunque faltó el vino de nueces
De nuevo por el sendero PR, regresamos hasta la bifurcación cerca de la cabaña de pastores, recuperando el itinerario inicial. Los obreros ya terminan su turno y cierran las obras del túnel. Bajamos a tomar café a Bielsa, con intención de visitar el Museo de la Bolsa de Bielsa ubicado en su ayuntamiento renacentista, pero está cerrado, como cerrado está todo el pueblo. Nos sorprende la soledad de sus calles, no hay nadie, todo está sumido en un recogimiento ancestral. En la plaza del ayuntamiento, el único bar abierto está animado con ritmos chirriantes de salsa por tres trabajadores colombianos, versión moderna de las Brigadas Internacionales, soportados estoicamente por la joven camarera. Un final paradójico para nuestro recorrido histórico.
Ibon de Pinarra ya helado: hasta el verano que viene ...


Noviembre 2010. Fernán, Quique, Rafa.

2010-11-16

Pico de los Monjes (2349 mts) y lagos de Ayous

 Lago Gentau
                                  
Justo antes de llegar a la primera población francesa desde El Portalet -Gabás-, tomo el desvío que se dirige al aparcamiento de Bious Artigues. Estos 4 kilómetros son una delicia otoñal, un bosque encantado del que emanan todos los colores. La última rampa antes del aparcamiento está cubierta de nieve y las ruedas del coche llegan a patinar ligeramente. Dos autobuses han llegado antes que yo, y dos grupos numerosos emprenden el camino mientras me calzo las botas.
La presa de Bious Artigues está bajo mínimos; comienzo a caminar, pero la belleza del hayedo me obliga a detenerme continuamente. Hay que andar con cuidado, la pista que se dirige al llano de Bious está helada. La nieve ha llegado cuando el otoño aún tiene mucho que decir. Al llegar al gran rellano, tomo un desvío a la derecha que me hace ganar altura entre el bosque. Tras más de 50 minutos de absorto caminar veo los primeros rayos de sol. El camino se despeja.

 Primeros rayos de sol sobre el Midi d'Ossau, desde el Portalet

 Entre Gabás y Bious-Artigues, llano de Magnabaigt

 El Midi d’Ossau, desde el puente de Bious

 Llegada del teleférico de Artouste y zona del pico de Ger y Gourette


 Quitameriendas

 Primeros hielitos de la temporada

La ruta de lagos de Ayous discurre por cinco ibones. Los cuatro primeros se encuentran en ascenso, el quinto lo alcanzaré ya de bajada. Tras tomar altura sobre el primero de los lagos, el de Roumassot (a 1845 m. de altitud, decido parar a almorzar. El Midi d'Ossau, en contraluz, se refleja majestuoso sobre las aguas. La fotografía se repite al alcanzar los lagos de Miey y Gentau, en cuya orilla se encuentra el refugio de Ayous, a poco más de 2.000 m. de altitud.
Empiezo a pisar nieve camino del lago Bersau, cuyo último recodo está ya congelado. 

 Lago Roumassot

 Lago Gentau y refugio de Ayous

El Midi se mira al espejo

 Le Lurien


Lago Bersau. Al fondo, pic des Moines


La ruta de los lagos termina su ascenso justo cuando emerge sobre mí una altiva pose del pico Casterau, y bajo mis pies diviso el Vallon des Moines, que me llevará al collado fronterizo del mismo nombre, antesala de la subida final al Pico de los Monjes. Lo malo es que desde este punto tendré que descender unos cien metros y volver a subir hasta el collado. No me siento solo, la omnipresente silueta del Midi acompaña mis pasos.
Al llegar al collado el paisaje se abre. Justo enfrente de mí, Astún y Candanchú, y más cerca, el Ibón de Escalar parcialmente helado me recuerda que ya estamos casi en noviembre. Un cómodo camino fronterizo me lleva hasta la falda del Pico de los Monjes, de nuevo ya en territorio francés. Una entretenida trepada me deja en la cima, a 2.349 m. de altitud.
Un amplio panorama, una luz otoñal, ideal para fotografiar los picos en todas las direcciones; en definitiva, un gran mirador.

Pico Casterau



 Ibón de Escalar y Aspe

 Acherito, Ansabere y Mesa de los Tres Reyes

 Subida final al pico de los Monjes

 Bajada al lago Casterau

 Pallas, Balaitous y Frondellas

 Vignemale, Infiernos y Garmo Negro

 Bisaurín y Agüerri

El descenso será mucho más corto. En menos de una hora conecto con el sendero de la ruta de los lagos, y enseguida llego al último de ellos, el de Casterau, a la sombra del pico del mismo nombre. De vuelta al llano de Bious, el camino se vuelve incómodo y embarrado. Llego a las cabañas de Hosse, antesala del gran rellano, cuyo contorno es pasto de las hayas. El camino se ensancha, la gran planicie es un remanso de paz sobre el que el sol apura sus últimos rayos. 

 Culivillas y Anayet

 Pico y lago Casterau

Anie. Valle del Aspe

 Midi, Peyreget y lago Casterau

 Llano de Ayous

 Sinfonía de colores


Cruzo el puente sobre el río que serpentea sobre el llano y recupero la pista de la que me desvié por la mañana. Vuelven los colores del hayedo y respiro profundamente, tratando de retener este aire fresco, húmedo y puro como el recuerdo de un gran día.
Llano de Ayous



 Llegando a Bious-Artigues


Octubre 2010. Fernán
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