Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2015-12-20

Salcorz (2677 mts)

Acometiendo la rampa final hacia el Salcorz
Entre los puertos de Bielsa y Moudang, en el cordal fronterizo, destacan un par de cumbres sobre el resto: El Bataillance al Oeste, y el Pico Salcorz o Pic Marty Caberrou, al Este. A éste último nos dirigiremos en el día de hoy.
Esta vez me ha tocado la misión de escribir esta reseña, aunque más bien se me ha impuesto este requisito a cambio de recibir mis galones de montañera senior. Ahora en serio, era la única que no se había estrenado en el blog!
Lunes 7 de diciembre, puente de la Inmaculada, Rafa, mi padre y yo nos juntamos para hacer la “prenavideña”. Quedamos con Rafa en Ainsa y tomamos un buen almuerzo para planificar la excursión. Ya hemos decidido que vamos a subir al Salcorz, la zona de Barrosa quedará en cartera para otra ocasión. Llegando al túnel de Bielsa, tenemos que aparcar unos 500 metros después de donde empieza el camino PR, justo pasado el salva-aludes, debido a un accidente; hace mucho frío y hay hielo en la carretera.
Tal y como hemos leído en otras reseñas, el camino empieza de forma explosiva. Nos adentramos en el bosque, donde la senda zigzaguea para poder salvar la pendiente. Parece mentira que por allí pueda ir un camino!! Tal es la inclinación que en menos de una hora subimos casi 400 metros de desnivel y vemos la carretera justo debajo de nosotros y el túnel de Bielsa al fondo. Poco a poco las ramas y las piñas se van cubriendo de nieve, a la vez que los rayos de sol empiezan a calentarnos.
Ascendemos por un tupido pinar
El bosque se abre y tenemos que cruzar un arroyo, dejando atrás un pequeño refugio de pastores. Con la nieve es difícil seguir la senda, además los palos “baliza” y las marcas PR escasean, así que seguimos las huellas de alguien que ha pasado por allí antes.
Cruzando el Barranco de Salcorz
El avance cada vez es más lento, el espesor de la nieve aumenta y en las zonas umbrías la nieve no está transformada y nos hundimos hasta la rodilla.
Vista hacia el Circo de la Pinarra. A la izquierda Pico Barrosa
Hacia el Oeste valle de Barrosa y Pico Robiñera
Ya vemos nuestro pico, 3 personas están subiendo por la ladera, seguramente los dueños de las huellas. Nos parece que van muy a la izquierda, así que hacemos una pequeña parada decidir por donde seguir y aprovechamos para echar un bocado. Mirando el GPS de Rafa nos damos cuenta de que hemos hecho un alcorce (atajo). Por la altura a la que estamos debemos estar cerca del ibón.  Ya no vemos más balizas ni mojones, decidimos no seguir las huellas (pensamos que se dirigen al Bataillance) y vamos dirección a la montaña, para salvar un pequeño resalte donde intuimos que puede estar el ibón. Error! No hay ibón. Consultamos de nuevo el GPS y ya estamos a mayor altura que el lago, nos hemos pasado de largo. Mirando abajo vemos algo de agua helada, quizás sea el ibón inferior. 


Ni rastro del ibón, quizás lo hemos pasado.
Por detrás del Circo de la Pinarra ya aparece la Cresta de Tromouse
Retomamos el rumbo hacia la dirección correcta, el collado de Salcorz. El avance es más complicado. La nieve está más dura en algunos tramos y la inclinación es considerable, un paso en falso y caes hasta abajo, así que llegamos hasta un trozo de hierba y allí nos colocamos los crampones y sacamos los piolets. A partir de entonces los pasos son más seguros. Mientras tanto se va formando niebla por la zona del Bataillance, nos empezamos a poner nerviosos pues es una zona no conocida (por mi padre y por Rafa, para mí todo siempre es nuevo) ¿sabremos llegar? ¿y volver? ¿veremos algo? ¿tendremos que abortar y dejarlo para otro día? 
En un momento la niebla parece engullirnos.
Pero no todo iba a ser sencillo, sin darnos cuenta nos metemos en una zona de rocas, rocas+nieve=minas. Donde hay rocas la nieve no ha asentado, así que avanzamos con dificultad, hundiéndonos hasta la rodilla a cada paso y en ocasiones más, provocando pozos sin fondo. Mi padre no para de protestar, aunque Rafa sigue hacia arriba sin hacer caso de los juramentos. Pasado ese tramo avanzamos mejor hasta llegar al collado. Este collado no sabemos muy bien como se llama, en algunos mapas dan por aquí una ruta HRP francesa y quizás sea al Port d'Hechempy, no se, el caso es que a nuestros pies tenemos el valle de Moudang, eso es claro, y vemos a la izquierda el Pico Garlitz, y a la derecha el gigante Arlet. Por fin, parece que ahora la subida se ve muy clara. Por contra empieza a soplar un viento muy fuerte que casi nos tira al suelo. Será el efecto Venturi, tan común en los collados?
Collado y cima del Salcorz
Hacia el norte, pico Aret (2939 mts)
Nos quitamos los crampones y cresteamos por terreno de esquistos hasta la cima. Se nos hace duro ya que luchamos contra el viento y las pizarras descompuestas, avanzando 3 pasos y retrocediendo 1. Creemos que el pico que estamos subiendo es el correcto y no es una falsa cima, tan mal lo estamos pasando que decidimos que si no es el Salcorz nos quedaremos allí.
Dejamos el collado y la cresta que se dirige hacia Bataillance
Valle de Moudang. Pico Garlitz
SÍ QUE ES!!! En la cima nos espera un enorme mojón y unas vistas espectaculares. Tal es la satisfacción que se ya no notamos ni tanto frio ni tanto viento ni tantas ganas de tocar chufa e irnos. Parece que donde estamos es la única zona donde no hay niebla. Después de unas cuantas fotos abandonamos el pico, comeremos más abajo donde estemos más resguardados y salvados de la niebla.
Marta eufórica. Hacia el sur primeras estribaciones de Pineta
Hacia el Este, ni idea de lo que se puede ver. Al fondo deberían estar el macizo de Culfreda
De izda a dcha. Rafa, Marta, Enrique
La Munia, Troumouse
El descenso es muy rápido, “esquiamos” por los esquistos y luego el primer tramo de nieve con los crampones es una maravilla. Salvamos la zona de “minas” y a lo lejos ya vemos pisadas y balizas. 
Valle de Moudang, Aret
Punta d'El Cabo?, el valle de Trigoniero estaría detrás.
Caprichos de la nieve

Ya hemos pasado lo difícil y nos podemos relajar para comer, que nos lo hemos ganado.
Seguimos las balizas y las huellas entre la niebla esperando ver el ibón. No lo vemos, quizás hayamos cogido otro camino… Se nos hace muy pesado el tramo de nieve, está más blanda que a primera hora y se nota.
Por fin cruzamos el arroyo y se va acabando la nieve. Una vez en el bosque los metros caen a una velocidad asombrosa y sin darnos cuenta llegamos a la carretera.
De nuevo la niebla
Casi anocheciendo. El túnel y el Chorro de la Pinarra
Foto sacada en Abril 2014 desde Bataillance
Bonita excursión invernal y prenavideña. Hacemos parada en Salinas de Sin, ya es tradición.
Mi padre y yo una vez ya en Villanova intentamos resolver el misterio del ibón. Es una zona que no sale en los mapas, debe ser una ruta poco transitada. No sacamos nada en claro, ni siquiera la altura del Salcorz que varía dependiendo de los mapas. Parece que este pico en Francia se llama Marty Chabarrou. Los ibones y las rutas también cambian de posición dependiendo de las guías. En Zaragoza con Google Earth tampoco nos aclaramos, y en un libro de ibones tampoco sale. Tendremos que volver a explorar la zona en otra ocasión en la que no haya nieve.

7 Diciembre 2015 (Rafa, Enrique, Marta)

2015-12-14

Sestrales Bajo (2075 mts)

Aparezco en San Urbez (950 mts), a la entrada del Cañon de Añisclo, a las 10:30 de la mañana. Me habría gustado ascender a los Sestrales, pero es muy tarde ya para una salida en Diciembre y en solitario. ¿subo? si ... no ... si ... ¡subo! pero tendré que ir rápido, anochece pronto.
No conozco la ruta y tampoco debe ser muy frecuentada, pero la primera parte no tiene problemas porque transcurre por el GR15 Bestué-Sestrales, saliendo muy cerca del puente sobre el río Bellós. Atraviesa los campos abandonados de las las bordas de Aso, en ruinas, sigue por bosque frondoso hasta llegar a una pedriza incómoda. La senda intenta seguir por el borde para ganar comodidad, continuando de nuevo por bosques, pero me llama la atención que todo el camino está removido por las hozas de los jabalíes. 
Es una larga travesía por fajas, a veces muy estrechas, a veces muy erosionadas, donde la vegetación quita la sensación de 'precipicio'. Al bordear muy de cerca los paredones verticales de Sestrales, hay poca perspectiva para las fotos.
La senda avanza largamente en dirección E para derivar finalmente al SE. Por fin aparece el desvío a Sestrales, estoy más o menos a 1500 mts. Abandono el GR15, la subida se acentúa y desemboca en una canal donde hay que utilizar las manos en alguna trepada, fácil y sin patio. 

Superada la canal, pronto llego a un pequeño collado (1600 mts aprox) divisorio entre los téminos de Fanlo y Puértolas con buenas vistas, a contraluz, sobre Peña Montañesa.
la senda tuerce decididamente al O. para salvar los paredones por otra faja más alta que la anterior. La senda atraviesa tramos de bosque y desaparece por completo, tengo que buscar indicios de ramas cortadas para guiarme. 
Salvado algun despiste y reencuentro de la senda, llego por fín a una canal característica y bien balizada recorrida por una pedriza de más de 200 mts. Hay senda por el borde derecho que la supera cómodamente. Al final de la misma, se hace necesario apoyar las manos, pero es fácil, llegando a la Collata de las Puertas (1938 mts). 
El sitio merece un descanso y contemplar las amplísimas panorámicas a Este y Oeste.
Al Este, Castillo Mallor, tierras de Bestué y macizos de Bielsa-Gistaín

Al Oeste, Mondoto y tierras de Fanlo, Nerín y Sercué.
En el collado hay que seguir los hitos para superar unas trepadas por muretes y llegar a un rellano donde divisamos la faja que tenemos que atravesar por estrecha senda, expuesta con nieve o hierba mojada.
La senda no tiene dificultad alguna pero requiere concentración, poblada de hierbas resbaladizas que, en caso de caída y con esa pendiente, resultaría comprometido parar a tiempo.
Al final, señalado por un hito, se abre una canal-chimenea a la izquierda, con más inclinación que las anteriores, obligando nuevamente a ayudarse de las manos en algún paso. En la foto se ve el comienzo de la canal, pero la parte superior es más tiesa de lo que parece.
La canal desemboca a 2025 mts en el extenso rellano cimero que conforman los Sestrales. 
Y por terreno entre prados y lapiaces, casi sin darme cuenta, alcanzo la cima de Sestrales Bajo a 2075 mts con el Norte prácticamente cubierto por nubes.
Cilindro y Perdido 
Cima de Sestrales Alto, paredones dominando Añisclo. En la pared de enfrente, Mondoto.
Ahora las nubes dejan ver Perdido y Soum de Ramond
Castillo Mallor, montaña típica de la zona, amplia meseta cimera defendida por imponentes farallones.
Las primeras nieves de este invierno alargan la vista hacia Peña Montañesa

Más tarde leería en las guías que a Sestrales Alto hay menos de media hora, pero desde aquí me parece que está a un buen rato y decido comenzar el descenso. Me alegro porque en los tramos de bosque, donde la senda desaparece, me despisté y llegué a estar perdido entre los árboles, sin perspectiva ni puntos de referencia. Por suerte, llevaba en el móvil brújula y aplicación de GPS y me fue verdaderamente útil para reencontrar la ruta.
Por el mismo camino de la subida, llegué de vuelta a San Urbez.

Merece una advertencia la carretera a Escalona. En verano es de sentido único, dada la estrechez en muchos puntos. En invierno está abierta, me decidí volver por Ainsa y me arrepentí, nos cruzamos con varios coches en sentido opuesto y algunas maniobras entre el barranco y la pared fueron realmente complicadas.
Y cuando la carretera por fin se ensanchó, vuelta a parar, esta vez por buen motivo.

5 Diciembre 2015. Rafa.

2015-11-22

Tuc deth Pòrt de Vielha (2605 mts)

Estanh Redon, desde el Tuc deth Pòrt de Vielha
¡Qué bonitas son las excursiones en otoño! Las noches empiezan a ser frías pero cuando nos toca el sol la temperatura empieza a subir rápidamente. Los días suelen ser claros y la luz oblicua del sol contribuye a aumentar el relieve del paisaje. Pero al mismo tiempo en otoño los días ya son cortos, y esto implica que tengamos que buscar objetivos asequibles, que podamos alcanzar antes de que la noche se nos eche encima.
Como Enrique está en Villanova y yo en la Vall Fosca, pensamos en la cabecera del río Noguera Ribagorzana, que es la zona equidistante entre ambos puntos. Y en concreto nos decidimos por el Tuc deth Pòrt de Vielha, cima modesta de 2605 m situada justo encima del Túnel de Vielha, en la línea de crestas que separa los valles del Garona, al norte, y del Noguera Ribagorzana, al sur; o lo que es lo mismo, en la divisoria de aguas entre la cuenca atlántica y la cuenca mediterránea. Haremos una ruta circular, subiendo por el Pòrt de Vielha y bajando por el Estanh Redon y el valle de Conangles.
A última hora también se apunta Rafa. A pesar de los diferentes orígenes y de la longitud del viaje, con exquisita puntualidad ya estamos en Vilaller tomando café a las 9 de la mañana, tal como habíamos quedado. Un poco tarde, pero es que Rafa viene desde Zaragoza y el viaje desde allí es largo.
Iniciamos la ruta en el Hospital de Viella (Espitau de Vielha), junto a la boca sur del túnel. El edificio es un antiguo refugio de caminantes y caballerías que se desplazaban entre el valle de Arán y la alta Ribagorza atravesando el Puerto, antes de la construcción del Túnel de Viella. Desde hace unos años está restaurado y funciona como un refugio de montaña a pie de carretera, al lado de la boca sur del túnel, pero nos sorprende encontrarlo cerrado a cal y canto. Recordamos que la última vez que estuvimos aquí, en 2006, estaba abierto.
El camino del Pòrt de Vielha tiene un importante valor histórico. Adquirió un especial protagonismo durante el intento de ocupación del Valle de Aran por los Maquis en octubre de 1944. Como reza el cartel explicativo que hay junto a la boca sur del túnel, Aran fue el epicentro del episodio más destacado de lucha contra el régimen de Franco, en el que se pretendía introducir miles de guerrilleros a través de los Pirineos para derrocar al dictador y restablecer la República. Como respuesta a la amenaza, el ejército franquista construyó una serie de búnkeres para defender el país de una hipotética invasión por parte del maquis y de algún ejército extranjero. Varios de esos búnkeres todavía se conservan bien y se pueden visitar a lo largo de la ruta que nos lleva al puerto de Viella.

Valle de Mulleres 
Tomamos el camino que justo sobre la boca S del túnel de Viella sube siguiendo el valle del barranco que baja desde el Puerto. Tenemos por delante un asequible desnivel de 1000 m. Dejamos a la izquierda el valle de Mulleres, y el imponente Feixant, que asoma entre nubes. La ruta está bien señalizada, pero el camino atraviesa zonas erosionadas y se pierde algo la traza. Cuando llegamos al Prat dera Espona, un amplio rellano de pastos, mejora el trazado.
Poco más arriba nos llama la atención la presencia de tres grandes agujeros excavados en la ladera algo a la derecha de nuestra ruta. Nos acercamos a verlos. ¿Serán búnkeres? ¿Galerías de ventilación del túnel de la carretera que atraviesa la montaña y que discurre aquí unos 600 m por debajo de nosotros? ¿Bocaminas? No parecen ninguna de las tres cosas, así que nos quedamos con la duda.
El camino hacia el puerto está perfectamente señalizado
Extrañas cuevas excavadas en la roca. 
Se nota que en tiempos esta travesía era muy utilizada; sobre todo, claro, antes de abrirse la carretera del túnel en 1948. Las amplias lazadas y el trazado suave facilitaban el paso de animales de carga. Paramos a reponer fuerzas junto a uno de los búnkeres que jalonan la ruta y, tras continuar, enseguida llegamos a las cercanías del Puerto Viejo (Pòrt Vielh). Este collado, muy amplio, es el paso natural hacia Aran y en principio fue el utilizado para acceder a la vertiente norte. Sin embargo, el descenso por esa vertiente fue abandonado hace tiempo por la inestabilidad del terreno y la imposibilidad de mantener el camino en condiciones. Por este motivo el recorrido se modificó, girando bruscamente hacia el este para ganar altura lentamente hasta alcanzar lo que hoy se conoce como el Pòrt de Vielha, casi doscientos metros más alto que el Pòrt Vielh pero con un trazado bastante menos complicado.
Ascendemos suavemente hacia el Norte
Bunker
Al llegar al Pòrt Vielh giramos a la derecha en busca del Pòrt deth Vielha
Al sur, Tuc de la Contessa, 2776 mts
Mientras vamos subiendo el panorama se abre especialmente hacia el oeste, descubriendo paulatinamente la espléndida Forcanada y después, en un segundo plano, el grupo del Aneto y las Maladetas, que aparecen especialmente atractivos por encima de un collar de nubes.
Forcanada y Macizo de Maladetas
Imponente cara norte de Feixant
Cabecera del Noguera Ribagorzana. De aquel llano venimos
Pòrt de Vielha y Tuc del Pòrt. Allí vamos
Ya estamos en el Pòrt. Al fondo Valle de Aran y Tuc de Mauberme
Vista hacia el Sur, antes de empezar la rampa final a la cima
Una vez en el Puerto, sólo nos queda subir sin dificultad la cuesta pedregosa con rastro de camino hasta llegar a la cima (Tuc deth Pòrt de Vielha, 2605 m), donde hay algunos restos de la instalación de una antigua antena de comunicaciones.
Desde la cima el panorama hacia el norte se muestra totalmente despejado. Vemos perfectamente Viella y los picos fronterizos con Francia: Mauberme, Barlonguera, Valier. También destaca especialmente, cercano y hacia el NE, el Tuc des Hennes (Pico de las Mujeres, en aranés), que llama la atención por su color blanco reluciente en contraste con el color gris marrón de los picos próximos. El pico fue bautizado así en reconocimiento a su primera ascensión por una cordada femenina en 1960. 

Hay algo de viento del sur que va depositando nubes sobre la línea de cimas en la que nos encontramos; eso hace que la visión en otras direcciones sea menos clara, o incluso inexistente. Las cimas del grupo del Aneto se ven de manera intermitente, para acabar desapareciendo finalmente de nuestra vista. Al este destaca el Estanh Redon, muy grande a pesar del pequeño tamaño de su cuenca y, como su nombre indica, de formas redondeadas. 
Panorámica hacia Montes Malditos
Aneto, Coronas, Cresta del Medio. En primer plano la Forcanada
Hacia el Norte, justo debajo el Pòrt de Vielha, más a la izquierda y alejado el Pòrt Vielh
Pòrt Vielh y Picos fronterizos del Valle de Benasque con Francia: Pico de La Mina, Salvaguardia, Sacroux,..
Enrique y Carli en la cima, 2605 mts

Tuc des Hennes y Estanh Redon
Carli, Rafa, y el café de Rafa
Enrique y Rafa
Comemos entre nieblas que van y vienen y emprendemos el descenso. Hemos llegado al pico desde el oeste, pero para completar el círculo bajaremos hacia el este, siguiendo la amplia y suave loma pedregosa que se abate sobre el Estanh Redon. Su color tan oscuro nos lleva a pensar que debe de ser bastante profundo. Y en efecto,  consultada la wikipedia catalana (Vikipèdia) veo que su profundidad alcanza los 73 m; resulta que este ibón es el más profundo de los lagos no represados del Pirineo Catalán
Vielha
Antes de llegar al lago, hacia la cota 2400, la cresta se afila y el terreno se vuelve vertical, así que giramos a la derecha para poco a poco ir bordeando el lago unos 150 m por encima y acercándonos al desagüe del mismo. 
Descendiendo hacia el lago. Al fondo Tuc de Conangles entre brumas
Tuc des Hennes
Estanh Redon
Aquí encontramos el buen camino que baja hacia el valle de Conangles y enseguida empalmamos con el GR11 que comunica el Hospital de Viella con el refugio de la Restanca a través del Port de Rius. No tenemos más que seguir el GR para, en una hora más, llegar finalmente al Hospital. Eso sí, aún tenemos que atravesar el hayedo de Conangles; es precioso este bosque, con unas hayas que nos sorprenden con sus troncos gruesos, retorcidos y muy ramificados, quizá una señal de que estos árboles ya tienen una edad.
Ya en el GR. Abajo valle de Conangles

Bosque de Conangles
Vetustos ejemplares de hayas

Bonita actividad para un día de otoño. Hemos revivido algo de nuestra historia del siglo XX, hemos disfrutado de vistas espectaculares mientras las nubes nos han dejado, hemos pasado junto a un gran y espléndido ibón y, como colofón, hemos atravesado el bosque de viejas hayas de Conangles.

31 octubre de 2015. Rafa, Enrique y Carli
Temas relacionados